Hay una parte de mi pueblo que, cada vez que voy allí, me enamora. Se trata de la Vila o casco antiguo, que lo conforman dos calles alargadas, con sendas plazas en un extremo y la Iglesia de la Natividad en el otro. La dos calles paralelas, el carrer Major y el carrer d'Amunt se van uniendo cada pocos metros por pequeños callejones perpendiculares.
Ese entorno físico se completa con un elemento que lo dota de una halo de espiritualidad muy particular: las puertas de sus casas.
Estas puertas tienen su propia personalidad y hablan por sí mismas. Cuentan miles de historias sin necesidad de utilizar las palabras.
Sin más dilación os dejo con las imágenes que tomé paseándome alegremente de puerta en puerta...

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La de casa de mi bisabuela |
1 comentario:
http://www.youtube.com/watch?v=HUm15jxuMvM
de acordes y emociones te saludo
y te abro mi puerta..
Comparto contigo ese sentimineto de misterio ,respeto y cariño que tienen las puertas..y que tan bien se expresa en tu Vila.
Records.
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