lunes, 25 de junio de 2012

MASA CRÍTICA (alegría entre las piernas)




Ya dice el refrán que "lo prometido es deuda" y con la prima de riesgo por las nubes y el déficit en versión galopante, no iba a ser yo quien diese más que hablar y sumase más puntos para la intervención, aunque oye, nunca se sabe.

Total, que tal y como le prometí a JB, el último jueves de mayo me uní finalmente a la masa/bici crítica. Hace años que había escuchado hablar de este movimiento a través de aquí, pero nunca había tenido la oportunidad de unirme.

Esta vez, después de acabar de trabajar y tras pasarme por una de mis librerías favoritas de la ciudad, me acerqué al punto de inicio. Empecé solo porque JB tenía algo de trabajo, pero se unió más tarde. El ambiente festivo era espectacular y, la verdad, el buen tiempo y el hecho de que los días sean más largos permite disfrutar con mayor intensidad del acto reivindicativo.





Empezamos

Al principio únicamente se percibe el caos. Todo el mundo hace sonar los timbres y bocinas y nadie sabe muy bien hacia donde se dirigirá la marabunta. Dice JB que lo mejor de la masa/bici crítica es que no se puede controlar, que es completamente anárquica. Ese es quizá su activo más valioso, porque como acto reivindicativo no puede ser controlado por las fuerzas de orden público. Los ciclistas cumplen con las normas de circulación y se dedican a demostrar por la ciudad su apoyo a una forma distinta de moverse, mucho más sostenible.






Las maneras de manifestarse encima de la bicicleta son múltiples y diversas. Cada bicicleta, como cada individuo, es particular e intransferible y todos expresan lo mismo de maneras muy diferentes:







El que finalmente apareciò es JB y compartimos el resto de la masa/bici crítica juntos, intercambiándonos bicicletas e historias porque hacía tiempo que no nos veíamos.




Tranquilamente fuimos recorriendo la ciudad, pasando junto a grandes parques, monumentos, plazas emblemáticas y conocidos lugares, Haciéndonos notar y dirigiéndonos poco a poco hacia la periferia. 





A la altura de uno de los hospitales de las afueras nos dimos la vuelta. La protesta continuaba hasta una de las ciudades del extrarradio con el objeto de manifestar el apoyo a dos ciclistas urbanos que había tenido algún tipo de altercado con un conductor.


Nosotros nos acercamos al río y nos despedimos allí. Cada uno regresó a casa por su lado, pero contentos de habernos visto y haber compartido la experiencia.



Yo regresé a casa aprovechando el carril "multiusos" del nuevo paseo junto al río. Un auténtico placer hacerlo al anochecer primaveral. El video es completamente casero, ya se nota que no tengo el pulso como para ir a robar panderetas, pero no es fácil ir en la bici, esquivar a la gente y grabar al mismo tiempo, esperando que el aparto grabador no acabe hecho pedazos estampándose contra el suelo.









Al día siguiente, mientras mi jefe nos invitaba a desayunar, estuve comentando la experiencia. Me dijo que le hacía gracia porque su hijo hacía exactamente lo mismo y que, literalmente, "se os perdona porque sois jóvenes e idealistas". Sólo espero que este "joven idealismo" sea una realidad expansiva, como ya lo es tantas otras ciudades de este viejo continente, y que esta revolución silenciosa y poco o nada contaminante inunde nuestras vidas. Bueno, no sólo aquí, porque mirad lo que está pasando al otro lado del charco, junto al manso Guayas:


martes, 19 de junio de 2012

Canal de Castilla (y II)


La segunda jornada amanece tan soleada como la primera, aunque la mañana es fresca y el calor no agobia. Estas condiciones nos ayudarán a soportar los todavía más de 105 quilómetros que nos quedan para llegar a nuestro destino final en Valladolid.

Dejamos Frómista retomando el camino en el punto donde lo habíamos abandonado el día anterior, junto a una de las esclusas más bonitas del Canal. Por el momento, decimos también adiós al Camino de Santiago.




Continuamos por las pistas situadas junto al Canal, a izquierda o derecha, indistintamente, gozando de la sombra de los árboles. Nos encontramos nuevas esclusas, pasamos sobre el puente del tren, ...



... y llegamos hasta  el punto en el que se unen el Canal con el río Carrión y el río Pisuerga.


Vamos cubriendo más y más quilómetros junto a las tranquilas aguas que nos acompañan. Así alcanzamos la esclusa que marca la unión entre los tres ramales del Canal. Nosotros nos dirigimos hacia el ramal del sur, camino de Palencia y de nuestro objetivo final: Valladolid.



De repente, a lo lejos, al unísono del rugir de algunos estómagos, divisamos lo que parece el Cristo de Corcovado. Alguno ya se ve en su imaginación junto a la playa de Ipanema, mmmmmmm... nada más lejos de la realidad. Estamos junto al Canal de Castilla y lo que vemos a lo lejos es el Cristo del Otero, un símbolo propio y seña de identidad de los palentinos.


Por fin entramos a la ciudad por la dársena del Canal. Aproximadamente un año antes dos de nosotros habíamos estado en Palencia. En aquella ocasión trabajando. La impresión que nos dejó entonces la capital palentina fue muy grata.


Nos refrigeramos en su plaza Mayor y hacemos alguna reparación de urgencia junto a su Catedral, "la bella olvidada".



A partir de ese momento un no parar de pedalear. Cada vez estamos más cansados y el paisaje se transforma hacia expresiones menos agradables. Nos acercamos a la zona industrial de Valladolid y se nota. Además, a la altura de Dueñas y de Valoria la Buena, cogemos respectivamente y con poco criterio el camino de la izquierda y de la derecha y en ambos casos nos equivocamos porque los caminos en cuestión no tienen salida. Una buena señal a la altura de estos dos lugares no vendría nada mal.

Donde llegamos es a Cubillas de Santa Marta, el pueblo familiar, aquél en que mi bisabuelo fue médico, cuna de los Fernández Gala, donde nació mi padre y de cuyas uvas todavía bebemos su aromático y embriagador jugo. No nos adentramos en el pueblo porque ya se hace tarde, pero pronto volveremos a rememorar aquellas míticas meriendas en las bodegas excavadas en lo más profundo de la tierra castellana.



Tras un largo día de pedaleo conseguimos, no sin esfuerzo, alcanzar nuestro objetivo final. Alguno más cansado que otro, alguno más quemado que otro, alguno con más ganas de ducharse que los demás... Cenamos con la familia y nos hacemos una foto en el antiguo Colegio Mayor en el que mi padre estudió la carrera universitaria, monumento imprescindible de la ciudad.



Una gran experiencia, muy aconsejable para cualquier nivel de pedaleo. Tan sólo hay que adecuar el número de quilómetros al estado de forma física. Nosotros lo disfrutamos mucho y después de volver a casa ya tenemos nuestra mente dirigiéndose hacia el siguiente reto.

Aquí podréis ver un adelanto del documental que se está emitiendo en La 2 de TVE los domingos por la tarde durante el mes de junio de 2012.

Un pequeño vídeo con con imágenes del Canal de Castilla rescatado de youtube:


lunes, 11 de junio de 2012

1812

Este año celebramos el segundo centenario de la promulgación de la Constutición de Cádiz, la famosa Pepa. Se convertirá en el culmen del liberalismo en la recién estrenada España decimonónica, en el marco de la Guerra de Independencia. Será este texto también germen y promotor, junto a otras muchas ideas y grupos liberales, de la independencia de las colonias españolas en el nuevo mundo.




Serán los años posteriores a ese 19 de marzo de 1812 el momento en que empieza a cumplirse, por lo menos en lo que atañe a nuestros hermanos de lengua castellana, aquello que decía Jorge Luis Borges: "América es una Europa echada a navegar". Los nuevos Estados iberoamericanos comienzan a soltar amarras y a lo largo de ese siglo de constantes idas y venidas irán consiguiendo su independencia de la patria peninsular.

Por muy antagónico que parezca, en Madrid se recuerda a los padres de las nuevas patrias, a los libertadores americanos (y asiático). Muchos de ellos, nombrados generales por sus pueblos, lograron su objetivo primigenio e, incluso, forjaron la conciencia del posterior panamericanismo. Muchos de ellos tienen sus monumentos conmemorativos alrededor del Parque del Oeste...