martes, 17 de abril de 2012

"LA VIDA LOCA" y el tomo extraviado

Hoy no voy a hablar de lo que ya leí, sino de lo que me gustaría leer en un futuro. 

Hay algo que me gusta de mi trabajo. Uno va andando por los pasillos de un vetusto pero señorial edificio y, de repente, casi sin pensarlo, se encuentra libros. ¡Sobrecogedor!. Más de uno pensará que estoy loco, que cómo es que van a dejar libros sueltos por el mundo, sin estar catalogados o encerrados en una biblioteca. Pues verdad verdadera. Algunos opinan que en un antiguo palacio (en parte) del siglo XVI no puede haber sino fantasmas y que los libros repartidos encima de baúles, mesitas y alféizares no son más que las pistas que nos van dejando los fantasmas de los antiguos habitantes de la Villa y Corte.

Tengo que reconocer que la mayoría de los libros son bastante sosos y de escaso interés, cuanto menos para mí. Sin embargo, hace un par de meses me crucé, como quien se cruza con la señora Milagros en la tienda del barrio o con Don Eugenio en la ferretería, con uno que me llamó la atención sobremanera y que decidí que no podía quedarse huérfano, al alcance de cualquier alma en pena que recorriera los pasillos.

Seguro que el 99'9% de quien lea la portada del siguiente libro pensará que menudo tostón, que cómo pude salvar del olvido infinito, de dormir el sueño de los justos a semejante ejemplo de literatura gris... pues bien, es que en ocasiones uno alberga remotas y escondidas pasiones.




Hace un par de años, por estas mismas fechas, estaba documentándome (porque a aquello no se le podía llamar investigar) sobre este tema; eso sí, con un grado mayor de concreción. El desarrollo de mis ideas y lecturas -más bien de lo segundo que de lo primero- dio lugar a un pequeño documento: "Maras, violencia juvenil y políticas públicas en Centroamérica. Aportaciones españolas". Francamente yo calificaría aquel trabajo de lamentable, pero lo que sí consiguió fue despertar en mí un interés inmenso sobre esta grave problemática.

Mis quehaceres profesionales no me han permitido volver a este tema, aunque trato de leer lo que me voy encontrando por el camino. Y date, va y me encuentro este libro justo frente a mis narices. No todos los artículos están relacionados con la violencia a la que se refería mi trabajo, pero si algunos, que leeré con gusto.

Por el momento os dejo con uno de los vídeos que forman el documental del malogrado Christian Poveda y que, sin duda, da una idea de qué se vive en algunas de las partes del llamado triángulo norte de Centroamérica. Aviso para navegantes, no son imágenes agradables.



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