sábado, 11 de septiembre de 2010

El Pi del Tossal Gros

Hoy empieza una nueva etapa. Hace siglos que pienso en la existencia de este blog que recién nace. El nombre lo elegí hace mucho tiempo, pero durante años no había mucho con que rellenarlo. Ahora ha llegado el momento de que vea la luz, de que se vaya haciendo a sí mismo y transformando poco a poco. Nace sin pretensiones estrictas, únicamente con el afán de sobrevivir en el tiempo.

Algunas personas y sus páginas me han ido inspirando a lo largo y ancho de la blogosfera. Algunos de los blogs desaparecieron y otros se han ido creando con el transcurso de los meses y años. Al primero que oí hablar de esto fue a J.A. (que dejó de publicar tiempo atrás) hace más de 5 años y a partir de ahí fui leyendo ávidamente algunas bitácoras. No obstante, puede que la más inspiradora haya sido la de Kepa Castro, aunque son dos más las que suelo seguir con asiduidad: La vida es silbar y El buen tiempo.

Quizá os preguntéis por qué "El pi del Tossal Gros". La explicación es sencilla. Hace años oí a alguien decir que todo el mundo se identifica con un único árbol. Mi experiencia me dice que, como todo en la vida, ese árbol va mudando con el tiempo. Todavía recuerdo el primero, un pino piñonero (pinus pinea) que iba cambiando de lado conforme las curvas iban avanzando por la antigua Nacional que unía Segovia y Valladolid. Entre los 6 y los 10 años lo vi en múltiples ocasiones y me parecía majestuoso entre los campos de trigo en todas las estaciones. Pasaron después otros árboles por mi vida como los algarrobos a los que nos subíamos jugando a guerras con mis hermanos y primos, los naranjos que ayudaba a regar durante el verano con mi abuelo, el pequeño madroño que replantamos cuando tenía unos 14 años, los olivos cuyos frutos todavía hoy sigo recogiendo,... pero hubo uno que me cautivó, ese fue "el pi del Tossal Gros". Un pino de lo más común, un pinus pinaster, creo, como cualquier otro, pero justo en la cima del Tossal Gros. Moldeado por el viento lo he visitado en múltiples ocasiones desde que lo conociera en mis tiempos universitarios. Es un pino que particularmente me lleva a pensar en el Pi de Formentor de Miquel Costa i Llobera que musicó Maria del Mar Bonet. No es el mismo pino ni está situado en el mismo lugar, pero para mí es como si lo fuese.


Espero que poco a poco este diario singular vaya cobrando vida. A todos los que os asomáis por aquí os deseo buena lectura

2 comentarios:

Chinita dijo...

Gracias por seguirme también!
Para mí, siempre el Buen Tiempo
:-D

Juan dijo...

De nada Chinita. Mucha suerte para la final del "año sabático" y que siga el Buen Tiempo.