lunes, 14 de mayo de 2012

CAMINO DE LA PLAYA


Corría el año 1989 y The Refrescos, ese clásico grupo madrileño, hacía público su gran éxito en las listas musicales de ventas: "Aquí no hay playa".



Y es que si hay algo en la ciudad de este grupo, y en la misma 23 años después, que sea remotamente parecido a la playa, eso es la Casa de Campo. La pasada primavera recuerdo como, una tarde en la que habíamos salido a pedalear por su interior, un amigo chillaba atónito: "¿pero habéis visto a toda esa gente que acabamos de pasar en pelotas tomando el sol?". Lo que yo diga, como la playa, pero en medio del secarral de la meseta.

Últimamente me acerco bastante a menudo gracias al nuevo instrumento de movilidad todotorreno. Como mi casa no parecía hasta ahora suficientemente un parque móvil de cualquier Ministerio, hace poco admitimos a una más en la familia.



Lo bueno de vivir donde vivo es que en poco más de 15 minutos estoy, yendo por carril bici y senderos varios, en el lago de la Casa de Campo simplemente pedaleando. Eso me permite salir de casa y volver sin bajarme de la bicicleta y haciendo btt casi todo el rato. Algo casi impensable en ciudades de estas características. Eso sí, volver subiendo la cuesta ya es otro tema.

En este estupendo lugar que es la Casa de Campo te puedes encontrar desde gente haciendo deporte, a leones, monos, conejos, perdices,  algún "cochino jabalí", perros y quien sabe si algún gamusino.








Torre de vigilancia forestal en el Alto de Garabitas





Ya sólo me falta sacar la hamaca que tengo guardada en un armario, plantarla entre dos árboles y tirarme a la sombra de los pinos o las encinas que jalonan las lomas del recinto con un buen libro; todo se andará.

2 comentarios:

Lola Steiner dijo...

pero, ¿donde vives? Mareá me hallo.

Juan dijo...

Jajajaja, sorpréndome del comentario. En cualquier caso, poco importa. Hoy aquí, en la gran ciudad, villa y corte, con un par de nardos amarraós a la cintura, pero dentro de dos años (tal vez antes) en lo más profundo de Árica, aplastado por la humedad del sudeste asiático, entre las nieves del Asia central o en la fraternal Iberoamérica... chi lo sa?? (será precís saver-ho?)