domingo, 17 de febrero de 2013

MALABARISMOS

Hace no muchas fechas nos dejaba Miliki, que tantas meriendas nos ha alegrado a muchas y diversas generaciones de este país. Aquí mi pequeño homenaje.



Pero, aunque nada tiene que ver hoy mi entrada con el circo, si guarda una relación íntima con algunos de sus componentes: los malabaristas. Hace tiempo que no contaba nada sobre los libros y ha llegado el momento de hacerlo. 

Durante mucho tiempo no tuve ganas de leer. Mucho había leído durante una época y me había saturado. Pero poco a poco he ido retomando el gusto por esos ratitos sentado o tumbado leyendo y, en el momento menos esperado, se ha desatado de nuevo el furor del lector.

Éste es el último que me leí. Peculiarmente escrito, resulta de gran sutileza la pluma del escritor. Hubo quien lo llamo "De costa a Chueca"; creo que mucho le había afectado las vacaciones en Benidorm cerca de Belén Estaban.


Pero, y aquí retomo al circo de Miliki y sus malabaristas, de repente, sin saber muy bien cómo, he venido a juntarme con cuatro libros encima de la mesilla que, además, estoy leyendo a la vez. Parezco un malabaristas con sus bolas, tratando de que ninguna se caiga al suelo.

Nunca me ha gustado simultanear libros, igual que tampoco me gustó nunca releer libros. Lo primero lo estoy haciendo ahora mismo y lo segundo, con algunos, seleccionados, ya lo he hecho en diversas ocasiones.

El primero, ha nacido de las ganas que tenía de leer algo suyo. Aunque parezca mentira nunca había tenido en mis manos nada de Borges y el otro día, en una librería me fijé en este. No puedo decir más que me está sorprendiendo. Los cuentos fantásticos hacen que los viajes en el transporte público los días de lluvia se me hagan demasiado cortos. A ver cómo termina aunque, por el momento, no se me acaban las ansias por continuar página tras página.


El segundo lo leo por las noches, a ratos. Lo empecé hace tiempo y no pasé de la página 50. Es un libro para estar concentrando y con un papel y un bolígrafo al lado. Muy, muy interesante, sobre todo después de leer a Morgenthau y a Kissinger. He decidido empezar de nuevo y me está gustando mucho. Me quedan muchas páginas que exprimir, así que la cosa promete.


El tercero es un capricho. Quise compararlo hace tiempo, pero no lo encontré. Me encantan sus artículos del Real Instituto Elcano y he pensado que su particular Historia de América podría transmitir pensamientos y visiones que pocos podrían hacer suyas. Veremos porque, lo reconozco, por el momento es al que menos tiempo dedico.


El cuarto y último, lo reconozco, es una fricada. Me lo ha pasado un compañero de trabajo y lo estoy a su vez trabajando para un proyecto que tengo entre manos. A ver qué me puede enseñar Silvia, que seguro que no es poco. A partir de ahí me toca organizar y coordinar a mí... ¡¡bufffff!!


1 comentario:

Unknown dijo...

Muy interesante Juan. Saludos