lunes, 6 de febrero de 2012

EL CHIVITO

Regresamos a la literatura con un buen libro bajo la sombra del Pi del Tossal Gros. La lectura no es reciente, reciente, pero no muy alejada en el tiempo.

Tenía lectura pendiente con el autor del "Elogio a la lectura y la ficción". Lo reconozco, nunca había leído nada suyo, así que empecé, por indicación de mi amigo J.L., con una de sus obras más importantes.



La obra está estupenda, pero sin duda no había mejor momento que esté para leérsela. Estos últimos meses hemos visto como alguno de los personajes más entrañables que nos han acompañado los últimos años en la esfera internacional nos han abandonado sin dejar la primera plana de todos los medios, escritos y audiovisuales.

Kim Kong-Il, hijo de Kim Il-Sung, amantísimo líder, nos dejaba con los dejaba huérfanos de esos tacones vertiginosos y esos cuatro pelos estirados hacía el universo infinito. Hay quien dice que Sarkozy puso de moda los tacones (y alzas) para hombres. Nada más lejos de la realidad. La moda es genuinamente norcoreana.

Kim Il-Sung
Kim Jong-Il















Eso sí, nada tiene que envidiar a sus predecesores en el cargo de líder supremo del pueblo de Corea del Norte el joven Kim Jong-Un o, como se le conoce familiarmente, "el niño gordo". Qué continúe la saga familiar, que tan buenos momentos nos está dando (aunque igual los habitantes de su país no siguen esta línea de pensamiento)

El Niño Gordo
Fuente: http://panchocajascaricaturas.blogspot.com/2011/12/kim-jong-un.html


Otro que está empezando a dejarnos grandes momentos es el presidente senegalés. Wade y ese maravilloso monumento megalítico que ha plantado en medio de Dakar (ideada por los colegas norcoreanos). Lo de los candidatos a las presidenciales se queda pequeñito al lado de tanta maravilla arquitectónica.


Fuente: http://www.socialismo-o-barbarie.com
Fuente: http://www.rinconabstracto.com/2011/04/las-15-estatuas-mas-altas-del-mundo-en.html
Y aunque podríamos hablar también de Saleh en Yemen, de Mubarak en Egipto o de Ben Ali en Túnez, el centro de la foto, el foco que apunta a la estrella es para...




¡¡¡Muammar el Gadafi!!!

El crack entre los cracks, el rey del chonismo autocrático, el hombre que facía que todos los ojos se quedaran fijos en él. ¿Quién no lo recuerda? Lágrimas escaparon por su desaparición (la mayoría de alegría y otras, las menos y por motivos diversos, de pena).

Pero como esta entrada es literaria, qué menos que hablar de Gadafi en su versión más cultural, la de escritor. ¿No habéis leído su inigualable "Libro Verde"? Debería, sin ningún género de dudas, ser lectura obligatoria en la enseñanza secundaria. Un clasicazo.



Podría desvelaros las joyas que esconde, pero sería privaros de algunos de los ratos más tronchates que puede uno vivir con un libro entre las manos. Todo ello si no fuera porque era verdad, porque había quien creía a pies juntillas lo que transmiten sus palabras.

Al final, como ocurre con la protragonista de la novela de Vargas Llosa, todos tenemos problemas que solucionar más allá de la megalomanía y locura transitoria (lo que viene en llamarse hijoputismo) del líder, por mucho que aquéllos sean conscuencia de todo éstos. Eso sí, qué grandes noticias de telediario nos dejan estos cafres mientras comemos o cenamos frente al televisor.

Yo os dejo con la que es mi foto preferida del Sr. Gadafi:



Para más fotos de Gadafi: http://www.publico.es/internacional/402531/gadafi-40-anos-de-tirania/slideshow#0

3 comentarios:

JLM dijo...

Aunque reconozco que el monumento de Dakar es mucho más "acongojante" visto de cerca, no oculto mi preferencia por "el Niño Gordo". Antes de que le dé algún chungo en pleno "esfuerzo mental y físico", propongo viaje a Corea del Norte para conocer al espécimen en su entorno natural.

Lola Steiner dijo...

Yo me apunto!

Pero recordad que en Corea se comen a los perros.

Juan dijo...

Más pronto que tarde nos veremos cerca de los lacayos del "niño gordo". Prometo testimonios gráficos.

Por cierto Lola, si tienes tiempo pásate por el blog de JLM y disfruta de sus sátiras sociales, muy finas y bien escritas.