miércoles, 5 de marzo de 2014

SSSSSSSSSHHHHHHHHHHH

Desde que nos despertamos nos envuelve el ruido. Los despertadores suenan en nuestras habitaciones y en la de nuestros vecinos; los noticieros matinales nos abren los ojos a la realidad cotidiana; el coche, el autobús, la moto... de camino y de vuelta del trabajo; el ajetreo diario con el atronador sonido de las teclas del ordenador al pulsarse...

Todo es ruido hasta que de repente, en medio de la inmensidad del paisaje uno se sienta, inspira hondo y se deja llevar por el silencio. 



¡Oh sorpresa! ya lo decía Mario Benedetti: hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio

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