martes, 11 de junio de 2013

La desidia humana


Después de una pequeña tournée y de unas semanas un tanto ajetreadas, el pi del Tossal Gros vuelve a lucir esplendorosamente verde tras la ingente cantidad de lluvia que nos ha dejado este invierno y buena parte de la primavera.

Vuelvo con una pequeña reflexión conectada directamente con la foto que hoy público.

Estaba haciendo la compra hace unas semanas en un famoso supermercado de este país cuando, mira por donde, topé con el producto que muestro. Tengo que reconocer que me quedé anonadado, patidifuso, boquiabierto... pero ¿cómo? ¿Unos huevos ya cocidos?

No alcanzo a comprender cómo el ser humano en su versión occidental y acomodada ya no es ni tan siquiera capaz de poner un huevo diez minutos en agua hirviendo para obtener aquello que comúnmente damos en llamar "huevo duro".

Esto me recuerda a esa palabra que tanto utiliza mi abuela: "curioso". No en la acepción de raro o extraño o en la de de alguien que se interesa en saber cosas nuevas, sino en la propia de aquella persona que trata de hacer las cosas de manera meticulosa y tratando de alcanzar la excelencia.

Hoy no nos queda tiempo para ser curiosos, pero a veces ni siquiera lo intentamos, por poco que nos lleve.

Quizá deba autoexaminarme y tratar de ser un poco más curioso... (por supuesto no compré los huevos).


Fuente: http://educawebuma.blogspot.com.es/ 



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