jueves, 31 de enero de 2013

FELICIDAD BRUTA NACIONAL (¿eso que e' lo que e'?)

Si os soy sinceros, queridos lectores, pensaba acabar este mes de una manera muy diferente a como lo voy a hacer.

Hoy ha sido un día extraño.  Ha habido conversaciones reveladoras y un seguido de experiencias semanales de las que extraer, cuanto menos, múltiples reflexiones.

Fuente: www.dissertationwriting.biz 

Esta semana me quedo con la sensación de que vivimos en una sociedad de "quinta marcha", rememorando el nombre de aquel programa televisivo que presentaba Jesús Vázquez. Siguiendo el simil automovilísitico, queremos pasar de primera a quinta para ir a 250 km/h sin pasar por el resto de marchas. Ah, y lo más divertido, lo queremos ¡¡ya!!, como si tuviéramos un coche deportivo de gran cilindrada, cuando lo que conducimos no es más que un pequeño utilitario. 

Fuente: es.123rf.com 
Somos incapaces de disfrutar de nuestro pequeño coche, que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir y sólo soñamos, cada día, cada hora, en el gran lujo del automóvil inglés de nuestros vecinos. Eso sí, no vemos, al circular revolucionando hasta la extenuación nuestro motor para alcanzar los 250 km/h que no están a nuestro abasto, como buena parte de nuestros conciudadanos tienen que andar largas horas de ida y de vuelta porque ellos no tienen otro medio de transporte disponible.

Hoy prefiero quedarme con las palabras de José Múgica, presidente de Uruguay. Las pronunció durante la conferencia de Río+20. 





Autoridades presentes de todas la latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias al pueblo de Brasil y a su Sra. Presidenta, Dilma Rousseff. Muchas gracias a la buena fe que, seguramente, han manifestado todos los oradores que me precedieron. Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de acompañar todos los acuerdos que, esta, nuestra pobre humanidad, pueda suscribir.
Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta. Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza.
¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de desarrollo y de consumo, que es el actual de las sociedades ricas? Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes?
¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar? Más claro: ¿Tiene el mundo hoy los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será eso posible? ¿O tendremos que darnos algún día, otro tipo de discusión? Porque hemos creado esta civilización en la que estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo. Pero la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y nos ha deparado esta globalización, que significa mirar por todo el planeta.
¿Estamos gobernando la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?
No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política.
El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida. Porque no venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general.
Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida y esto es lo elemental. Pero si la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor, -porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros- pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta. Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no se pueden hacer porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.
Estos son problemas de carácter político que nos están indicando que es hora de empezar a luchar por otra cultura.
No se trata de plantearnos el volver a la época del hombre de las cavernas, ni de tener un “monumento al atraso”. Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.
Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político. Los viejos pensadores –Epicúreo, Séneca o incluso los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho, y desea más y más”. Esta es una clave de carácter cultural.
Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y los voy acompañar, como gobernante. Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo, “rechinan”. Pero tenemos que darnos cuenta que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa.
La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cuotas: la moto, el auto, y pague cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo reumático –como yo- al que se le fue la vida.
Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la Tierra, de las relaciones humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental.
Precisamente, porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana.
Gracias.


Fuente: www.nosotras.com 

Entretanto, seguiré tratando de acomodarme a la velocidad de mi pequeño utilitario, cuidándolo con esmero, cambiando el aceite cuando sea necesario, revisando la presión de los neumáticos, encerándolo y limpiándolo después de cada lluvia. Trataré de no acelerar más de la cuenta cuando me emocione ni de cargar las culpas contra él cuando no consiga llegar tan rápido como tenía previsto a mi destino final. Anda que no tengo tarea ni nada.




lunes, 28 de enero de 2013

LAS BICICLETAS SON PARA...






Así comenzaba el título de la obra de Fernando Fernan Gómez y de la homónima película. El relato gira en torno a la hipotética compra de una bicicleta en la ciudad que pronto es sitiada por la guerra. El sueño de la bicicleta se aleja, mientras otras experiencias mucho más complejas que montar en bicicleta durante el verano hacen madurar a los personajes rodeados de un ambiente hostil.

Fuente: http://masakritikoa.info/category/sailkatugabeak/page/3/ 

Volvía el otro día del trabajo, montado en bicicleta, durante la estación diametralmente opuesta a la Luisito, cuando justo detrás mío escuché un megáfono, del que surgía una voz que decía: "a la derecha, pásese a la derecha". Me giré y vi justo detrás mío el coche de la policía municipal con las luces azules puestas. En el semáforo se pusieron a mi lado y, amablemente, el agente sentado en el lado del copiloto me reprendió por no circular por el carril bus y, además, por hacerlo por el centro del carril. Yo le respondí, igual de amable, que creía que la ordenanza que regulaba la circulación por la ciudad decía otra cosa, pero me frenó en seco diciéndome que me equivocaba. Total, que no tuve más remedio que circular detrás del humo del autobús durante un rato y acompasarme con él a cada parada hasta que desapareció el dichoso carril y pude circular de nuevo con total libertad.

El caso es que llegué a casa mosqueado y un par de días después leí la dichosa ordenanza municipal de movilidad. El resultado, en el apartado de circulación de bicicletas, es el que podéis leer a continuación:


Artículo 39 bis.
En la calzada, las bicicletas circularán ocupando la parte central del carril. En las vías con más de un carril circularán siempre por el carril de la derecha. De existir carriles reservados a otros vehículos, circularán en las mismas condiciones por el carril contiguo al reservado, salvo que la señalización permitiera circular por ellos. Si el carril reservado estuviera en zona de pendiente desfavorable donde las bicicletas puedan encontrarse entre los tráficos de autobuses y vehículos en una situación incómoda y peligrosa, los carriles tendrán una sección mínima de 4,5 metros y la circulación de bicicletas se realizará lo más próximo posible a la derecha. Estará prohibida en estos carriles la circulación de varios ciclistas en paralelo.
Las bicicletas sólo podrán circular por el carril de la izquierda si han de realizar un giro a la izquierda.
Las bicicletas en la calzada, disfrutarán y respetarán las prioridades de paso previstas en las normas de tráfico, siempre que no haya una señalización específica en contrario.
Excepcionalmente, y cuando así se indique mediante la señalización específica, estará permitida la circulación de bicicletas en sentido contrario.
En aquellos carriles que se hayan señalizado específicamente con un límite de velocidad máxima de 30Km/h para facilitar la coexistencia de bicicletas y vehículos motorizados, estos últimos habrán de adaptar su velocidad a la de la bicicleta, no permitiéndose los adelantamientos a las bicicletas dentro del mismo carril de circulación.


Creo que la negrita habla por sí misma. Eso sí, en honor a la verdad diré que el agente me reprendió, igualmente, por que no se veía la luz trasera de la bicicleta. Ahí le doy la razón y tendré que modificarla. Para lo otro creo que me va a tocar llevar una copia de las ordenanzas, porque me da a mí que algunos policías municipales de esta ciudad no se la han leído.

domingo, 27 de enero de 2013

TODO CAMBIA




No voy a repetir las palabras de Celtas Cortos, pero es cierto que mudamos como las serpientes mudan su piel. 

Ha llegado el tiempo de hace la revolución. Ya decía Federico Mayor Zaragoza que las revoluciones deben hacerse con R de reforma. Resulta extraño, como me recordaba un amigo esta semana, que apuntaba Foxá que las revoluciones tenían siempre lemas de tres palabras. La Revolución (la francesa): libertad, igualdad, fraternidad; la carlista: dios, patria, tradición; la del propio Foxá: café, copa y puro... creo que me quedo con esta última.

El caso es que a mi casa ha llegado la R con fuerza. Siempre nos quejamos en voz alta de lo mal que está todo, que nada cambia, pero al final nos quedamos quietos porque cambiar significa esfuerzo y, claro, el esfuerzo cuesta. 

Uno de mis propósitos de año nuevo era que la luz en mi casa fuera de otro color: verde. Después de estudiar aquí y allá las diferentes posibilidades, le he dado una patada a mi compañía distribuidora de energía eléctrica y me he cambiado a...

www.somenergia.coop

Por supuesto que no es un gran paso para la humanidad, pero sí para mi casa y para mi forma de ver las cosas. No cambiaré el mundo, pero a partir de hora, los cafés, las copas y los puros me los voy a tomar bajo la luz verde de la lámpara.


viernes, 18 de enero de 2013

VITOR: crónica de una fiesta anunciada.

... y es que de fiestas vive el hombre, peninsular (e insular, si nos ponemos). Las hay de muchos colores y texturas. Las tenemos de santos, de santas y hasta de beatos. Las hay fundacionales, las disfrutamos patronales, alguna que otra festejando vencedores y vencidos y hasta las hay, ¿por qué no?, simplemente porque sí.

Sin duda alguna, lo que viene siendo el españolito medio, no puede vivir sin sus fiestas populares. No puedo negar mi gran afición por este tipo de festejos, que yo doy en considerar como la expresión sociológica más paradigmática, junto con los mercadillos (o mercaítos) de estos lares.

La época del año en que se celebren es, francamente, accesoria. Por supuesto que con el calorcito nos animamos más, pero anda que no se calienta uno igual de bien en las noches de agosto que junto a las hogueras de San Antonio alrededor del 15 de enero (sino, siempre podéis visitar Vilanova de Alcolea).

El caso que en medio del glacial invierno de la submeseta sur castellana, en la planicie manchega para más señas, se asienta un pueblo de cuyo nombre no quiero acordarme... no, no, no nos pongamos literarios. Allí, en el justo medio de la península, o casi, encontramos Horcajo de Santiago.

Fuente: http://www.myspace.com/almacen13_rcf/photos/148106#%7B%22ImageId%22%3A148106%7D
Llevaban años invitándome y entre una cosa y otra, nunca iba. Sin embargo, 2012 iba a marcar la diferencia. Un viaje rápido desde casa y en nada y menos estábamos en Horcajo, en la fiesta que honra a la Concepción Inmaculada y que hace de este regocijo la procesión temporalmente más extensa de la cristiandad, ahí es ná.

Uno se dice: "venga, total, una procesión y para casa". Pues no, queridos, de eso nada de nada. Es tremenda la que se monta en Horcajo. No lo digo yo, lo dicen los vídeos y fotos que pude tomar a lo largo del día y parte de la noche. 

Disfrutad y alucinad, siendo o no creyentes, que yo desde luego que lo hice. Y quien quiera. Horcajo está un poco cerca de todos, a tiro de piedra...



















lunes, 14 de enero de 2013

TIENE SU GRACIA...

En este país la fiesta no para... ¡¡NUNCA!! Acabamos las navidades y nos encaminamos sin solución de continuidad hacia el carnaval.

Poco a poco en muchos pueblos y ciudades de España empiezan a preparar disfraces, carrozas, cenas, vamos, algarabía plena. Hay un puntito de nuestra geografía, una tacita de plata, donde la música empieza a sonar y no para, dónde los disfraces no lo dicen todo, sino que son las coplillas chirigoteras las que transmiten y dan alegría.

No me digáis que no es una de las mejores cualidades que tenemos en estas tierras la de reirnos de nosotros mismos sin que a  nadie le siente realmente mal y, además, con gracia.

Ala pues, toca reirse de uno mismo, di que sí...




jueves, 10 de enero de 2013

BAJO EL ABRASADOR SOL NORMANDO


Hace ya mucho tiempo tuve la oportunidad de leer este pequeño libro sobre uno de los años que han marcado la historia de Europa: 1066. Fue entonces cuando Guillermo "el conquistador", duque de Normandía, en defensa de sus pretensiones al tronó inglés, invadió la isla británica. Es un libro corto, bien escrito y muy descriptivo.

Mucho tiempo después he tenido la oportunidad de conocer un poco más la patria de Guillermo II...





























lunes, 7 de enero de 2013

GR 20 VIII (CONSEJOS)





Es esta ya la última de las entradas sobre el GR-20. Es la que cierra el círculo y, consecuentemente, resulta un tanto especial en comparación con las demás.

En ella pretendo recoger una serie de opiniones muy personales sobre todo lo que rodea a este viaje en particular: poner en marcha y ejecutar la travesía que recorre Córcega de Norte a Sur (o de Sur a Norte, ya veremos).

Para hacerlo más inteligible voy a dividir los diferentes aspectos o temas por puntos ordenados numéricamente. Son los que me parecen que pueden resultar más interesantes y, por supuesto, no pueden ser una lista cerrada. En cualquier caso estoy abierto a preguntas o comentarios que le puedan surgir a quien lea estas líneas. Hasta donde pueda, estoy dispuesto a ayudar a quien se plantee esta aventura.

Empecemos sin más dilaciones:

  1. Guías: la ayuda más importante que nos van a prestar las guías van a ser la de organizar las etapas del recorrido. En nuestro caso utilizamos dos guías diferentes:


  •  GR-20 Travesía de Córcega: guía muy completa en escasas pagínas. Cada etapa tiene un gráfico de desnivel al comenzar, junto con un pequeño mapa, y una descripción detallada de los lugares por los que se transita, añadiendo algunos consejos particulares. Se recorre el sendero de sur a norte -más adelante abordaremos este aspecto- y en 10 días. Quizá sea éste el aspecto más controvertido. Para poder hacer todo el recorrido en tan poco tiempo, siguiendo algunas de las variantes alpinas (como se propone) hay que estar verdaderamente en forma. Los tiempos que calcula en sus gráficas de desnivel son para alguien que camina a muy buen ritmo y con muy poco peso. Para lanzarse a hacer el recorrido en este tiempo hay que estar muy seguro del propio estado de forma, para bien, obviamente.
  • Corsica Trekking GR-20: es ésta una guía mucho más completa que la anterior. El problema reside en que, para aquél que no lo domine, está escrita en inglés. Es tan completa, que incluso hay capítulos prescindibles. Aunque nunca va de más leerse la interesante historia y anécdotas corsas en las aburridas tardes de refugio. Está dividida en 16 etapas. Allí donde la primera guía peca por defecto, ésta lo hace por exceso. Nos sirvió, eso sí, tanto para organizar las etapas originalmente -nosotros lo dividimos en 12 etapas- (los tiempos, a mí parecer, se adecuan más a un paso de montaña nivel medio) como para reorganizarlas en función de las circunstancias que iban apareciendo.

     Por supuesto que hay otras guías. Sólo hablaré de una más, la guía de la Fédération Française de Randonée Pédestre, que, aunque no la utilizamos, sí pude tenerla entre mis manos. La usaban todos los franceses y, por lo tanto, está en francés. Los mapas son mucho más completos (evita que lleves mapas adicionales), aunque vuelve a dividir el recorrido en 16 etapas, algunas de ellas demasiado cortas a mi parecer. La guía la podéis ver aquí:

Fuente: http://www.stanfords.co.uk/Activities-and-Interests/Guide-Books/GR20--Travers-la-Montagne-Corse_9782751405990.htm


  2. Mapas: francamente, después de haber completado casi la totalidad del recorrido pienso que los mapas son prescindibles. El sendero está siempre perfectamente marcado (visible incluso con niebla cerrada) y con guías como la última mencionada no es necesario ningún mapa. Ahora bien, si uno decide realizar alguna de las variantes alpinas propuestas o ascender alguno de los picos más importantes de Córcega, un mapa o, mejor incluso, el GPS son más que recomendables. Los tracks del GPS seguro que los encontráis en Wikiloc.

Si alguien quisiera utilizar los mapas, como hicimos nosotros, las referencias de los del IGN francés que corresponden al GR 20 y alrededores son las siguientes:


    • 4149 OT; 4250OT; 4251OT; 4252OT; 4253ET; 4254ET.            
  
3. Alojamiento: Dividamos este apartado en antes y después del recorrido por una parte y durante por la otra.


    • Antes y después: En Calenzanna nosotros nos quedamos en el Gîte d'Étape Municipal. Buena elección como albergue, sobre el precio establecido general, con buenos baños y una zona de acampada, que es la que nosotros utilizamos (quizá demasiado cercana a la carretera en noches calurosas de verano como la que nosotros pasamos allí). La acogida inmejorable. La chica de la recepción se encargó de organizar un bus con toda la gente que estábamos allí para que pudiéramos comenzar a andar al día siguiente, dada la resolución prefectoral que no permitía andar durante dos días a lo largo de las dos primeras etapas por peligro de incendio. Al final del camino, dado que no pudimos pernoctar en Conca y que teníamos pensado quedarnos en la playa un par de días, optamos por el Camping U Pinarellu, en la bahía del mismo nombre. En septiembre no es necesario reservar. Bien organizado y a cinco minutos andando de la playa (espectacular). Son muy amables; el único problema es que sólo hay una tiendecilla de playa para aprovisionarse, con los consecuentes precios inflandos. Hasta Sainte-Lucie de Porto-Vecchio hay unos buenos 40 minutos a pie. Allí sí hay supermercados en condiciones. Cuidado con los autobuses porque en septiembre no pasan a todas horas por la playa y quizá haya que andar hasta el pueblo anteriormente mencionado.



    • Durante: Desde luego, defiendo la tesis de mi amigo T.R., quien dice que cuanto menos peso, mejor. Existen, por tanto, varias opciones. OPCIÓN 1--> Nosotros llevamos encima nuestra tienda de dos plazas. No era un peso excesivo y podíamos turnárnosla. Pero si surge algún problema con la tienda (a nosotros se nos estropeó una varilla, sobreviviendo parte de la travesía gracias a la cinta americana y la otra parte gracias a una varilla "prestada") no hay manera de arreglarla ni de cambiarla. La tienda tiene que plantarse en los sitios reservados de los refugios y pagar por ello una tarifa que suele ser de 6€. OPCIÓN 2--> alquilar la tienda en cada refugio. Por un precio menor al de el alojamiento en el refugio se puede, si uno llega pronto, alquilar una de las tiendas que tienen los guardas montadas durante el verano (unos 3€ por noche). Evitas peso, pero como tardes te puedes encontrar en un auténtico atolladero, sin tienda ni lugar cubierto en el que dormir. OPCIÓN 3--> el mítico vivac. Dormir à la belle étoile, vamos, en el hotel de las mil estrellas. Aunque siempre puede llover, que es lo que pasa incluso en verano más allá de los 1.500 metros. Suerte que a veces los guardas te dejan dormir en la cocina/comedor, aunque siempre dependes de su buena voluntad. OPCIÓN 4--> Reservar albergue. Sorprendentemente bien organizados, los corsos permiten esta opción a través de internet justo aquí. El problema es que siempre puede darse cualquier tipo de imprevisto y, al cambiar sobre la marcha el organigrama previsto, se pierden todas las reservas (eso nos habría pasado a nosotros. OPCIÓN 5--> cualquier otra, como las hamacas de nuestro colega Philipp. Siempre recordando que dentro del Parque Natural Regional no se puede oficialmente acampar fuera de las zonas delimitadas para ello.


   4. Meteorología: no se puede olvidar que uno anda por alta montaña, por mucho que no se alcancen ni siquiera los tres mil metros de muchos otros lugares de la Península Ibérica. El tiempo puede variar en un abrir y cerrar de ojos. En nuestro caso, vivimos días de fuerte calor durante la primera semana y, durante la segunda, una densa borrasca vino a posarse impertinente sobre nuestras cabezas y la cantidad de lluvia hizo que tuviéramos que bajarnos de las alturas, literalmente. Hay que informarse bien antes de ir, quizá en Météo France, y, en cualquier caso, una vez arriba una buena decisión es preguntar a los guardas cada día. Para evitar sorpresas, sin exagerar, llevaría ropa para todo tipo de situaciones. Nosotros pasamos de dormir con la puerta de la tienda abierta y fuera de los sacos, a pasar alguna noche a cinco grados a finales de agosto.

Desde luego que si hay que decidir cuándo hacerlo en función de esta variable, la respuesta es fácil: de principios de junio a finales de septiembre. Eso sí, hay que tener en cuenta que va a ser el momento en que existen más probabilidades de encontrarse a un mayor número de gente.

Si el tiempo no acompaña, lo mejor es no jugársela. Preguntad a los guardas de los refugios y, llegado el momento, dado que no nos ganamos la vida con esto, lo mejor es bajarse de las cimas. Todas las guías indican como hacerlo y, específicamente, para ello tenemos los senderos de Mare e Monti (Ejemplo).

  
5. Sentido de la marcha: Es uno de los grandes debates a la hora de preparar el GR-20 ¿Norte-Sur o Sur-Norte?.
    • N-->S: Mucho más exigente al principio, por ser la mitad norte mucho más alpina, pero se enfrenta con más energía y cuando las fuerzas son ya más escasas es el momento de encarar la parte sur, menos exigente para la marcha.
    • S-->N: comienza poco a poco y permite ir cogiendo el ritmo paulatinamente hasta alcanzar la mitad norte (como ya apuntaba más exigente) en plena forma y facultades.
Ambas tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Nosotros lo hicimos N-->S por la facilidad de encontrar billetes que nos dejaran en el Norte de la isla; aunque bien hubiera sido en la dirección contraria. Las guías suelen proponer N-->S, salvo la española que lo propone al contrario.

  6.- Idioma: parece una tontería, pero este punto tiene su razón de ser. La inmensa mayoría de gente que realiza esta ruta es francesa y, como tales, suelen hablar pocos idiomas más allá de su propia lengua materna. Escasos son los extranjeros y menos los que hablan español. Los guardas tampoco suelen hablar nada más que francés. En nuestro caso, yo sí hablo francés, pero C.G. no, así que hubo alguna tarde en el refugio en que se aburrió soberanamente al no poder sumarse a las conversaciones. Si se es un grupo grande, da un poco igual, pero yendo dos o una persona sí puede ser un aspecto a tener en cuenta. Eso sí, morirse de hambre por ello no se muere uno, que mil maneras hay de hacerse entender.



  7.- Viaje desde España: llegar a Córcega sin que la empresa suponga mucho tiempo y sea relativamente barata es misión casi imposible. Por supuesto, siempre se puede volar hasta la isla, aunque desde España no hay vuelos directos. Los mejores vía París, ahora bien, también son los más caros. Ryanair vuela al sur de la isla, pero la conexión en Bélgica es imposible sin perder todo un día entre medias. Nosotros optamos por volar hasta un lugar en el que saliese/llegase un ferry: Niza y Marsella. Hay dos compañías importantes de transporte marítimo de viajeros que unen la isla al continente: SNCM y Corsica Ferries, en las que, llegado el momento, siempre se puede embarcar el coche. Una última opción de las que barajamos fue la de volar hasta Alguer, en Cerdeña, y luego apañárnoslas para llegar hasta Córcega, pero la jugada no acabo de convencernos. Al final, para ir necesitamos dos días casi enteros y para volver una noche y medio día.

   8.- Lecturas: para quien le guste, creo que es recomendable meter en la mochila un buen libro que te acompañe en el viaje. Un poco más de peso, relativo, pero nada comparable a abrir las páginas de un buen libro en el marco incomparable de la montaña corsa.

De inicio me llevé a mi "amigo" de hace ya unos años, Galdós. Maravillosa novela Fortunata y Jacinta. Para el par de días de playa me acerqué a una librería en Porto Vecchio y me sorprendió muy gratamente el checo Karel Capek con su L'année du Jardinier. Es genial ver como la ironía de hace casi un siglo sigue siendo válida hoy en día.





   9.- Comida y agua: Es uno de los aspectos importantes a la hora de prepararse para una marcha como ésta. Incluso en la estación "seca" no tuvimos ningún problema con el agua. Abundante a lo largo del camino, nos valió con un camel cada uno en la mochila.

La comida es un tema un tanto más trabajoso. Normalmente hay tiendas, más o menos surtidas, en los refugios. Caras, como no podía ser de otra manera. Entre aquéllos y las bergeries que uno se encuentra por el camino, suficiente para aprovisionarse de quesos y embutidos corsos. En nuestro caso llevábamos, además, pasta liofilizada, aunque descubrimos tarde las nuevas bolsas de este tipo de comida, mejor preparadas y más nutritivas, que venden en grandes superficies comerciales dedicadas al deporte. No es desdeñable pensar en cenar algún día en el Refugio, sobre todo en el de Petra Piana, porque aquello es un auténtico banquete para las papilas gustativas y los estómagos hambrientos de los montañeros.

Existen fogones libres en todos los refugios y, por norma general, funcionan. Nosotros no llevábamos cacharros porque, de acuerdo con las guías, íbamos a encontrar. Sí que hay, por supuesto, pero un tanto cochinos, por lo que hay que lavarlos bien antes de ponerse a cocinar. Siempre se pueden llevar consigo, pero al obviarlos redujimos algunos e importantes gramos de nuestras mochilas. Lo mismo ocurre, por lo tanto, con los hornillos, recordando que las petacas de gas no se pueden montar en el avión y que, por lo tanto, si se ha optado por este medio de transporte, sería necesario comprarlas al llegar a Córcega.



   10.- Mochila: con el paso del tiempo he llegado a la conclusión de que siempre uno va a llenar la mochila hasta arriba, por muchos esfuerzos que haga por reducir peso. Por lo tanto, cuánto más pequeña sea la mochila, menos peso se lleva. Simple lógica y matemática.

En este caso cargamos cada uno con una mochila de 35 y 38 litros respectivamente. A esto había que añadir las esterillas y la tienda, que teóricamente nos íbamos turnando. Al final, entre 10 y 15 quilos. Más de eso, me parece excesivo. Menos, sería genial, aunque no lo conseguimos de ninguna de las maneras. Con el tiempo seguro que lo logramos ;o)

De todos modos, no olvidéis que este GR no es el camino de Santiago. En este caso no se pasa por ningún pueblo, porque lo que optimizando el peso hay que tratar de prever cualquier imprevisto que surja (frío, calor, lluvia,...)

   11.- Dinero: aspecto no desdeñable de la travesía. Por supuesto, en Córcega la moneda en circulación es el Euro (€) al ser parte de Francia y de la eurozona. Pero más importante aún es saber que no se puede pagar en ningún sitio del recorrido con tarjeta salvo al principio, la final y en Vizzabona (relativamente en este último caso). Lo mejor es llevar el dinero que uno considere en billetes pequeños de, como máximo, 20 € (quizá alguno de 50€) para que no haya ningún problema a la hora de comprar comida o pagar un albergue/sitio para vivac. Fuera del GR, en las ciudades, se pueden encontrar cajeros automáticos con relativa facilidad.

   12.- Moverse por Córcega: una vez cumplido el objetivo de llegar a la isla, dado que normalmente no todo es andar, para moverse por Córcega lo mejor, sin duda, es alquilar un coche o una motocicleta, cosa que se puede hacer en cualquier ciudad de la isla, acostumbradas como están al turismo. 

Ahora bien, puesto que no todos los presupuestos lo permiten, existe el transporte público. El sitio más fiable que encontramos para orientarnos fue ÉSTE. Incluso más fiable que los propios del lugar -lo digo por experiencia propia-. Eso sí, no hay que olvidar que después de la primera semana de septiembre termina la temporada alta y baja, por lo tanto, la frecuencia del transporte público de un manera alarmante.

Coger taxis es toda una experiencia, básicamente porque nunca saber muy bien dónde encontrarlos, pero de acuerdo con nuestra vivencia, no son excesivamente caros. Eso sí, como al final las distancias para las que los necesitas sí son largas, el importe total a pagar suele ser considerable, aunque te pueden sacar de algún apuro.

Os recuerdo que en Francia, incluida Córcega, el autostop continúa siendo una costumbre muy arraigada entre jóvenes y mochileros y nadie os va a mirar mal por hacerlo. Ahora, preparaos porque los corsos son gente bien especial y seguro que la conversación es de esas que no se olvidan.

   13.- Variantes alpinas: en muchas etapas existe la posibilidad de realizar variantes alpinas. Están indicadas en todas las guías. Las marcas que las jalonan suelen ser de color amarillo. Únicamente hay que tener en cuenta que su dificultad suele ser mayor que la de las rutas normales y que hay que estar muy atentos a la meteorología. Aquellas personas menos acostumbradas a la montaña deberían evitarlas en favor de las marcadas por las rayas roja y blanca del G.R.



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Aquí acaban mis consejos o experiencias. Espero que le sirvan a quien se aventure por estas páginas.

Cualquier información adicional que necesite quien lea estas líneas, puede dejar un comentario a la entrada y trataré de responder lo más rápido posible.